No me digas qué hay, ya lo veo.

No necesito ser la persona más lista del mundo para que mi cabeza reconozca la infinidad de sentimientos alborotados que hay en tu mirada cuando la fijas en mis ojos buscando ayuda. No necesito que me cuentes mil historias para saber que estás hasta los cojones de esta puta existencia. Tampoco necesito que ocultes esas miles de lágrimas tras una sonrisa forzada, prefiero un abrazo en el momento adecuado y adelante, que la vida sigue su curso. No necesito que me digas por qué y por quién pierdes la cabeza cuando tienes su nombre reflejado en tus labios cada instante. No lo necesito, no necesito que me des explicaciones que no te gusta dar porque tu corazón ya lo grita por ti sin necesidad de que pierdas la voz. Lo que necesito es verte bien, verte arriba, verte sana. Verte tú.